“Yo cocino casi todos los días —para mi esposo, para mis hijos, para mí— pero te soy honesta: con los cuchillos viejos ya no lo disfrutaba. Me costaba cortar el pollo, las verduras se me espichaban y todo quedaba mal presentado. Sentía que me gastaba el doble de tiempo para hacer lo mismo.”

Un día, Maritza encontró estos combos y decidió probar.

“Fue como tener otro ritmo en la cocina. Ahora fileteo el pollo fácil, corto verduras en un momentico y todo se ve más bonito. ¡Mis ensaladas parecen de revista!”

Con su nuevo kit de corte, Maritza no solo cocina más rápido, sino que disfruta el proceso.

“Es como si la cocina trabajara conmigo, no contra mí. Me quité un peso de encima. Ya no me frustro, fluyo. Y sí, me siento como toda una chef sin serlo.”